48

He estado vacío,
He estado excitado.
Un año vivido donde he estallado.
Muchos días aturdido,
Muchos días nublado.
Cumplo en dos días 48.
Número par, y pasa.
Cambio la mano y pido juego.
Vuelvo a apostar por lo que viene delante.
48 años.
¿Tendría mi padre el mismo pensar?
Con su edad, sus hijos, sus miedos…
No. Nunca tenía miedos.
Yo nunca lo vi.
No así. Siempre erguido, fuerte.
Ahora soy yo el que suma en el calendario.
Soy yo el que cuenta las mañanas de rocío en el invierno.
Soy yo quien vive y hace vida.
Y comparte.
Y lucha.
Y, sin darme cuenta, llega un año más.
Un año donde mis sueños
Se van tachando en mi lista vital.
Y las cosas se cumplen.
Y la vida sigue.
Y el dolor, a veces incomprendido, va pasando.
Como si nada fuera conmigo.
Pero todo es conmigo.
Como oración del pasado y del futuro.
Como alma que no está, que se perdió.
Todo está. Sigue. Avanza.
Todo en un tiempo insignificante de vida.
Un año que quiero cerrar.
Que he vivido y he sucumbido,
Y desfallecido.
Y vuelto a levantar.
La balanza de la vida se va equilibrando.
Y yo elijo en qué lado poner la siguiente ficha.
48 años.
Todo vivido ya.
Todo por vivir.
Todo por luchar.
¡Feliz cumpleaños!

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